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¿Cuál es el masaje que más le gusta a una mujer? – Quora
Desde mi experiencia como masajista, diría que la mujer busca sobre todo … Lo q realmente importa es q se den placer ambos en el momento de la intimad.
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Date Published: 8/15/2022
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Cómo hacer un masaje para excitar a una mujer – 9 pasos
Cómo hacer un masaje para excitar a una mujer. Sorprende a tu pareja con un masaje erótico que la pondrá a mil. Romper con la rutina sexual …
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Date Published: 10/6/2021
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Date Published: 5/28/2022
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“Soy masajista y estoy harta de que me pidan un ‘final feliz'”
Una conversación reciente de una masajista. También a hombres. Aunque la mayoría de los masajistas que sufren acoso sexual son mujeres, también …
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Date Published: 4/25/2022
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Date Published: 4/18/2021
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¿Cuál es el masaje que más le gusta a una mujer?
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Cómo hacer un masaje para excitar a una mujer
Sorprende a tu pareja con un masaje erótico que la pondrá a mil. Romper con la rutina sexual siempre is important for a relación mantenga viva la lama de la passion y del deseo. No hay nada que canse más que tener un sexo monotono, sin sorpresas ni diversión, por eso, se le tiene que dar important a la vida sexual e investigar nuevas formas de excitar a la pareja. En este artículo de unComo vamos a proposed que aprendas cómo hacer un masaje para excitar a una mujer, una técnica muy sensual en la que la ambientación, las caricias y vuestros cuerpo son los verdaderos protagonistas. Atrévete a probarlo.
Pasos a seguir:
1 Lo primero (y que no debes pasar por alto) es tener en cuenta que las mujeres se excitan, no solo con el tacto, sino también con otros sentidos como la vista o el olfato. For este motivo, it importante que si quieres que el masaje sea perfecto, prepare la sala con una ambientación romántica: velas aromáticas, una banda sonora relajante, etcétera. Tampoco debes olvidar el estímulo visual ya que es un componente que tiene mucho que ver en el momento del sexo, por eso, te recomendamos que te vistas con esa ropa que tanto le gusta y que te pongas el parfum que tanto le gusta. En definitiva, lo que buscamos es estimularla con todos los sentidos y no solo con el tacto o las caricias.
2 Una vez ya tienes la estancia preparada, comenzaremos con el masaje erotico. Lo most es que uses aceites essentiales que tengan un aroma deliciosa que invitation al relax y a la desconexión absoluta. You recommend that you quietly lentamente la ropa y, en cuanto esté desnuda, pídele que se tumba boca abajo. Lo most es que tú te quiets la camiseta para poder estar más en contacto con su piel. Colócate encima de su espalda, en la zona baja para evitar pesarle demasiado o hacerle daño. Una vez así, puedes comenzar a hacerle un suave masaje en la zona de la cabeza, tocando el rostro con suaves caricias y besos cariñosos. Sobre todo, en este primer momento basicamente en el masaje capilar rozando con la yema de tus dedos zonas como las mejillas, los labios, etcétera.
3 Después de haber tratado esta zona, bajaremos un poco más y nos acercaremos a la zona de la orejas. Ten en cuenta que esta parte del cuerpo es una de las erógenas que hay por lo que sé sutil y ve muy despacio. Lo mejor es que empieces acariciando la oreja por encima, después acerques los labios, des pequeños besos secos y, poco a poco, empieza a susurrarle cosas al oído para tirarle un poco de aire. Te recomendamos que, para no romper la ambientación, no le digas frases demasiado obscenas ya que ahora no es el momento: lo mejor es que optes por commentarios que le recuerden lo guapa que es, lo mucho que te gusta, lo bien que huele, and so forth. Después de haber susurrado, puedes atreverte a colar la lengua un poco por el interior de la oreja ya que le dará ese toque un poco más picante y a ella la volverás completamente loca.
4 Después de las orejas, seguiremos descendiendo por el cuerpo bajando hasta el cuello que es otra de las partes más sensis de la mujer. Te recomendamos que empieces con suaves caricias con los dedos y que las vayas combinando con besos suaves, mordisquitos y después atreverte con besos más apasionados que absorban un poco la piel. Las zonas que más gustan son las que están un poco más hacia la espalda y la de justo debajo de la mandibula. Prueba ahí y verás cómo su cuerpo empieza a indicarte que se está comenzando a excitar.
5 Continuamos bayando y nos encontramos con la espalda, una zona también muy sensitive y perfecta para que le des un buen masaje erótico a una mujer. Para hacerlo te recommendamos que te untas las manos con un poco de aceite esencial para que resbale mejor y el contacto entre las pieles sea mucho más suave. Lo ideal es que comiences masajeando la zona alta de la espalda con movimientos circlees y caricias suaves. Después, ve bayando las manos por la zone de las lumbares y baja hacia las nalgas. Quédate ahí un rato, acariciando cada zona, apretando con suavidad. Cuando estás haciendo el masaje en esta zona, lo most es que vayas acercando también tu cuerpo para que ella note el contacto de tu piel y de tu torso contra la espalda. Si tienes una erección te recomendamos que se lo hagas notar, rozándote con zonas como el trasero, sobre todo, para que la excitación también se la contagies a ella.
6 El masaje debe continuar por la parte trasera de las piernas pero ten cuidado con esto porque puedes romper toda la excitación ya que esta zona es muy sensitive y puede, incluso, causar cosquillas. Por eso, en lugar de acariciar directamente te recomendamos que masajees haciendo un poco de presión pero que, sobre todo, vayas acercando tus manos a la parte interna del muslo sin llegar a tocarle la vagina pero acercando “accidentalmente” alguno de tus dedos a ella . Un dedo escurridizo o una caricia sin querer en la zona, la pondrá a mil y deseará que te acerques más. Pero no lo hagas, lo mejor de la excitación es la espera y prepare el cuerpo para el sexo.
7 Ahora vamos a bajar directamente a los pies, otra de las zonas más erógenas de las mujeres y que si sabes cómo tocar y besar conseguirás elevar la temperatura de la habitacion. Empieza con un suave masaje en la planta y los talones, después empieza a colarte entre los dedos y a masajearlos individualmente. Con esta zona pasa lo mismo que con los muslos y es que es preferible que aprietes un poco más para evitar que tenga cosquillas y que se rompa la excitación. No acariza: masajea. Después (si te apetece) puedes empezar a besar los pies, a dar suaves mordiscos y a lamerlos. It’s a zone with muchas terminaciones nerviosas así que si aprendes a manejarlo, sabrás excitar a una mujer. En unComo tenemos un artículo específico en el que te contamos cómo besar los pies de una mujer.
8 Una vez llegados a este punto, te recomendamos que le des la vuelta con cuidado y que, desde abajo, empieces a subir por las piernas. Combina las caricias con los besos y, cuando estés a punto de llegar a sus genitales, da el salto y sube por el vientre. Esta espera la pondrá aún más excitada además de soprenderla. En el vientre ve dando suaves besos que suban por el camino del ombligo hasta el pecho. Los senos también son perfectos para excitar a una mujer, comienza con caricias, masajeando suavemente y, después, empieza a besarlos y a lamerlos with la punta de la lengua, sobre todo los pezones. En este artículo te contamos cómo besar los senos.
9 Una vez ya hat terminado con el pecho, puedes empezar a descender nuevamente por el vientre y, ahora sí, acceder a la vulva. Sin embargo, no lo hagas de una forma brusca sino que ve descendiendo los dedos lentamente y acaricia el pubis, acaricia las ingles y, después, ya puedes empezar a acariciarle los labios sintiendo su excitación. Para terminar perfecto este masaje erotico te recomendamos que (si te apetece) le hagas sexo oral a la mujer combinando, así, la estimulación manual con la oral y consiguiendo que la experiencia sea espectacular. Si quieres hacer el amor, ve combine los besos y las caricias con penetraciones suaves para ponerla a mil lo mucho que te gusta y te excita. Le encantara tu masaje. Y si quieres que el masaje sea aún más picante, nada como añadir juguetes eroticos como los que encontrarás en La Sex Shop en Casa, una tienda online with juguetes de ultima generation.
“Soy masajista y estoy harta de que me pidan un ‘final feliz'”
Cuando Marga Mayol acabó sus estudios de quiromasajista no podía permissionirse montar una clínica. Como muchos colegas, empezó a atender a sus primeros clientes en su propio domicilio. Preparó una habitacion solo para este propósito y puso anuncios para promocionarse en internet: “Me fijé que muchos ponían ‘no final feliz’ y yo también lo puse”.
Al poco tiempo, le pidio cita un chico con una contractura. Nada más entrar se dio cuenta de que no iba a ser una session fácil. “Siempre les digo a los clientes que se queden en ropa interior pero él se quitó todo”, explica. Comenzó el masaje y, al rato, Marga le pidio que se diera la vuelta. “Ahí ya vi que había ‘izado la bandera’… Entonces era ingenua y pensé que igual no lo había podido controlar, pero seguía muy incómoda”. Continuo con el masaje hasta que el cliente se quitó la totala con la excusa de que le agobiaba. “Ahí me puse seria y le dije que se la volviera a poner, seguí trabajando, se la volvió a quitar y me dijo que es que tenía una erección. Le contesté que me daba igual, que se la volviera a poner”. Como pudo, Marga acabó el masaje y cuando el cliente se marchó, fue directa al baño a vomitar. “Tardé horas en poder entrar en la habitacion”, recuerda.
Más acoso en domicilios
Para muchos masajistas, que un cliente “se pase de la raya” es un problema con el que tienen que lidiar con resignación como parte de su trabajo. El acoso sexual es una rutina que desde las academias les enseñan a evitar, aunque con escasos resultados. De manera más sutil, afrontan insinuaciones y proposiciones indecentes, pero también tocamientos y hasta intentionos de violación en los casos más graves.
Cuando me preguntan si puede haber ‘final feliz’ les digo que el final feliz es que se vayan a su casa sin dolor y yo con mis 25 euros
It is lo que le pasó a María José, una zaragozana que acabó denunciando a un cliente. “Vino un hombre con dolores lumbares. Me dijo que le ayudase a tumbarse y me tocó los pechos. Le pedí que se fuera y su respuesta fue que a ver si por 25 euros creía que había venido a que le hiciera cuatro cosas por la espalda .Insistí en que se fuera y no quiso, se empezó a bajar los pantalones y a perseguirme alrededor de la camilla, hasta que se la tiré a los pies para que parase.Me agarró de la camiseta y me la rompió.Entonces salí al rellano y mi vecino, que lo había oído, salió de su casa y lo sacó a rastras”. Pero la persistencia del cliente no acabó ahí. “Al rato salí de casa y me estaba esperando abajo. Me dio un puñetazo y empezó a lamarme de puta para arriba, hasta que los de un bar que está debajo de mi casa llamaron a la Policía”.
A partir de ese momento María José dejó de coger citas en su domicilio y empezó a hacerlo en un centro de terapias alternatives. Atender en pisos specifices es a factor de riesgo que aumenta los casos de acoso y la vulnerabilidad de las masajistas. Aun así, en el caso de María José las insinuaciones no pararon cuando se pasó a un official sitio y las sorteaba según el ánimo con el que le pillase cada día: “Cuando me preguntan si puede haber ‘final feliz’ les digo que el final Feliz es que ellos se vayan a su casa sin dolor y yo con mis 25 euros.
“También ha habido momentos diversitidos, gente que se ha ido corriendo sin zapatillas porque cuando preguntaban por el ‘final feliz’ les decía ¡claro! y llamaba a mi padre, que estaba en la recepción”, explica María José. Cuando la situation se ponía más tensa, hacía lo que le enseñaron en academia: no cobrar nunca la sesión si tiene que detenerla: “Si no, te pueden demandar por no dar el servicio”.
Buscó contacto desde el principio: poniéndome la mano en la pierna, rozándome el pecho cuando le estiraba…
Pero el acoso diario ha hecho que deje por el momento la camilla y ha retirado todos sus anuncios de internet. Hace unos meses vivió un episodio que ha sido un punto de inflexión en sus 14 años ejerciendo: “Un día estábamos en casa de mi suegra, con los sobrinos, y alguien me mandó a mi WhatsApp un vídeo porno. Yo no sabía lo que era y cuando lo abrí empezó a sonar. Después mi pareja me dijo eso de ‘el trabajo o él'”.
María José ahora solo da masajes a conocidos o recommendados y lo compagina con su trabajo en una residencia. Muchos masajistas solo atienden a domicilio si son personas deconfanza o que vienen a través de conocidos. Pero a Rosa*, sin embargo, eso tampoco le ha evitado sufrir acoso. Lo lleva en secreto y pide no revelar su identidad porque se trata del padre de una amiga. “Mientras estaba su mujer delante todo muy cordial, pero en cuanto nos quedamos solos ya sentí que las miradas eran diferentes darme asquete”, cuenta esta madrileña. “Cuando acabamos me dio un abrazo más apretado de lo normal y dos besos muy cerca de la boca mi”.
Anuncios clasificados y gabinetes orientales
Página de anuncios clasificados.
Buscar un masajista por páginas de anuncios clasificados es un ejercicio complejo. La offer sexual se mezcla con la de profesionales y los names de tecnicas de quiromasajes acompañan a enunciados de “masajista guapa”, “chica agradable” or “sitio discreto”. Por eso, los masajistas profesionales detail lo maximum possible sus especialidades y dejan claro que no dan masajes eroticos o hasta cuidan el tipo de fotografías que suben. “Yo no pongo ni una foto donde se me vea”, Cuenta Begoña Pablo. “Con el tiempo vas aprendiendo lo que puedes poner y lo que no. Por ejemplo, un tiempo puse como supplemento al masaje ‘descanso adicional’ porque había mucha gente que quería quedarse un rato sola en la camilla después de la sesión. Tuve que quitarlo porque me llegaba de todo…” explica esta masajista de Valencia. “Al final da igual que pongas ‘no erótico’, ‘no sexo’, te siguen llamando o intentionándolo, porque si cuela, cuela. Hay hombres, por ejemplo, que te dicen que se les ha olvidado ponerse los calzoncillos ese día”.
Por eso, a la hora de coger cita muchas confiesan haber desarrollado un sexto sentido para detectar en la primera toma de contacto los que pueden traerles problemas. “Si veo algo raro directamente no los cojo. Por ejemplo, si te hablan por WhatsApp como si te conocieran de toda la vida, o por el tono que te ponen al teléfono”, explica Yolanda López, una masajista de Zaragoza. Los fines de semana son cuando más peticiones undecentes reciben, sobre todo a través de las páginas de anuncios clasificados, por lo que algunos se están pasando a portales de planes de ocio, tipo Groupon o Let’s Bonus.
En una offer del paro me mandaron a un centro de chinas. En el gabinete solo había un somier con un colchón
La profesión de masajista no está regulada con ningún título oficial. Cualquier persona con un curso minimo de tres meses puede acreditar formación para dar masajes, aunque muchos sigan formándose para especializarse en las distintas técnicas. Además, los hay que juegan también al despiste. “En una ocasión llamé a una masajista porque buscaba a alguien para trabajar y no me respondió. Al rato me mandó un mensaje con sus tarifas con paja incluida. Yo respeto la opción de cada cual, pero así nos meten a todos en el mismo saco ‘ explains Begoña Pablo.
“It’s a profession estigmatizada”, cuenta María José, que según sus calculos se ha gastado 9,000 euros in todos sus diplomas as quisomasajista y osteópata. “En una offer del paro me mandaron a un centro de chinas. En el gabinete donde debía dar masajes solo había un somier con un colchón. ¡Y a eso me mandó el paro!”. Ella, as other masajistas consultados para este artículo, apuntan precisamente a la proliferación de centros de masajes orientales como una de las razones que más han affected a su día a día.
“Cuando llegaron, hará como cinco años, empezaron a hacer una compencia muy agresiva. Perdí a varios clientes fijos por esas fechas. No voy a decir que todas las chinas hagan masajes sexuales pero desde que empezaron a abrir ha sido la hecatombe. Recuerdo a uno, que además fue mi primer cliente tras titularme, que de repente dejó de venir. Un día volvió con la espalda llena de marcas de dedos. Me confesó que por el mismo precio, además del masaje, le estaban haciendo ‘algo más’ en un centro cercano de chicas orientales”, recuerda María José.
Una conversation reciente de una masajista.
También a hombres
Aunque la mayoría de los masajistas que sufren acoso sexual son mujeres, también hay hombres que han tenido malas experiencias. “En los 21 años que llevo, al menos he tenido una por año”, confesses David Almela, masajista en un centro deportivo de Madrid. “Varias veces me ha pasado de ir a dar un masaje a una mujer en una casa y que me pidan que el marido se quede delante ‘para aprender’. Al rato el hombre se la saca y empieza a masturbarse… Les pregunto qué hacen y contestan que es la única manera que tiene de excitarse. ¡Y a mí qué! Yo no tengo por que aguantar eso, yo vengo a dar un masaje porque le duele la espalda”, se indigna.
“También ha habido mujeres que me han dicho que como les he visto las tetas yo también he disfrutado y que no me pagan, aunque la verdad es que la mayoría de problemas han sido con hombres”. David recuerda especially an episodio desagradable con un antiguo alumno. “Cuando acabo un curso dejo mi teléfono a los alumnos por si tienen alguna duda o necesitan algo. Uno de ellos me llamó al tiempo preguntándome que si podia darle un masaje le corrigiese. Le dije que bueno, que diez minutos, y cuando le digo que apriete más me suelta que se está poniendo mucho. Miré y estaba con los pantalones bajados y empalmado. Me levanté de un salto y empezó a perseguirme, dando vueltas por la camilla. Al final llegamos a las manos y me fui sin cobrar”.
Los hombres masajistas también sufren acoso, sobre todo de otros hombres. (Reuters)
Bromas del Entorno
Asumir que su profesión conlleva algo sexual no es cosa solo de clientes depravados. También en su entorno se encuentran a diario con commentarios y bromas que les hacen poca gracia y que no ayudan a mejorar la imagen de su gremio. “Los amigos te dicen que si vas mal de dinero es porque quieres… O cuando conoces a alguien nuevo te dice que si le haces un masaje integral. Pero por otra parte, si no dices nada, y un día ven la camilla creen que ocultas algo…”, explica María José.
“Cuando dices que eres masajista mucha gente te dice ‘Uy te debes poner las botas a ver cuerpazos’, pero tú vas a la patología, no a ver cuerpos. De hecho lo cierto es que hay veces que acabas harto de tanto contacto físico” , compare Marga. “Parece que va unido a estar desnudo al sexo porque hay contacto fisico pero hay que saber separar el trabajo de una persona con una relación sexual,” comments David. Por eso ponen en valor la professionalidad de su trabajo diario. “Al final te estás esforzando, estudias, haces cursos, te especializas, y luego que te pasen estas cosas pues es denigrante. Yo no he estudiado para esto”, se queja Yolanda.
* El testimonio de Rosa tiene un nombre ficticio por voluntad de la entrevistada, mientras que María José ha pedido que no se publique su apellido.
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